e-commerce

El boom digital

 

El BOOM DIGITAL en la comunicación inició una nueva revolución que lleva un ritmo vertiginoso. La movilidad humana, la globalización y la digitalización de las fuentes de información e intercomunicación generaron un movimiento en donde las fronteras físicas pierden cada vez más significado. O por lo menos, así lo vivíamos hasta finales del 2019.

El brote del COVID-19, la pandemia que esto generó a escala mundial y la incertidumbre post-pandemia hacen que estemos viviendo tiempos históricos en el cual nos preguntamos, ¿Cómo podemos resurgir? y ¿Qué técnicas podemos implementar en nuestro negocio actualmente?

La ÚNICA respuesta a esas interrogantes es: LA RESILIENCIA

El Diccionario de la Real Academia Española (RAE) define la resiliencia como: “La capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.

¡Y vaya que el COVID-19 se ha convertido en un agente perturbador!

Dejando miles de fallecidos, desempleados, estructuras empresariales en quiebra y Estados al límite de sus recursos, el virus deja en evidencia las falencias estructurales de un sistema en proceso de transición de la era analógica a la digitalización.

En la última década la tecnología digital se ha convertido en una herramienta imprescindible para lograr los objetivos de cualquier tipo de organización humana. La administración pública se nutre de la tecnología para generar procesos más transparentes y de esa forma evitar un flagelo mundial como la corrupción, mientras que las organizaciones civiles y la ciudadanía van tomando control sobre las acciones de sus mandatarios y representantes.

Por su parte, las organizaciones empresariales expanden su alcance llegando a mercados anteriormente “lejanos” y logrando acuerdos que permiten el establecimiento de alianzas estratégicas para el anhelado objetivo de minimización de costos y maximización de ingresos.

Sin embargo, como cualquier otro instrumento creado por el ser humano, la tecnología ofrece múltiples posibilidades y se requiere de un uso adecuado para la obtención de resultados eficientes.

Entonces, ¿qué deberíamos hacer?

Volvamos al contexto actual. En Paraguay, según datos proveídos por la CAPACE (Cámara Paraguaya de Comercio Electrónico), en el año 2019 el e-commerce movió  unos 225 millones de dólares y se encamina a un enorme crecimiento. Pese a la crisis mundial, Paraguay se posiciona como uno de los países con menor impacto económico por lo cual se estima un mejor crecimiento con respecto a los otros países de la región. La población predominantemente joven, con cada vez mayor acceso a servicios de internet y a información a escala global, hacen del Paraguay un terreno fértil para emprendimientos con nuevas visiones que incorporen estas tendencias a su esquema de producción, distribución y comercialización.

En una entrevista hecha por Tenondé, en el espacio ¨Consultorio de Negocios¨, entrevistamos al Viceministro de Mipymes, Isaac Godoy, quien resaltó, “Todos sabemos que el Paraguay ha tomado decisiones correctas en materia económica. Hemos sostenido por más de 15 años una estabilidad macroeconómica importante envidiada por muchos países. Una disciplina fiscal y monetaria que ha permitido que el Paraguay realmente haya tenido un crecimiento económico importantísimo en los últimos 15 años” – Puedes acceder a la entrevista completa en  https://youtu.be/AOJQ7dTDzC8

Esto nos da la pauta de que el comercio electrónico en el país será un punto clave para la reactivación progresiva de la economía. Es necesario que todos formemos parte de la promoción de este nuevo modelo de negocios y recordar la frase de Bill Gates, quien dijo: “Si su negocio no está en internet, su negocio no existe”