atributos-de-liderazgo-1200x768

Un nuevo liderazgo para una nueva realidad

La palabra líder encuentra su origen en la partícula “lid”, que proviene del latín “lis-litis”. Su significación original en la lengua latina es: disputa, querella o proceso, de esta manera y según su etimología, el líder es quien inicia o se encuentra inmerso en una querella, disputa o proceso ya que se encuentra en una posición de liderazgo. Lo que coloca al líder, no como un ser pasivo, sino como alguien con una postura de activa disputa, a través de la cual QUIERE CAMBIAR ALGO.

Con esta breve introducción queremos dar inicio a esta redacción que decidimos dedicar al arte de liderar. Es así, liderar es tanto arte como ciencia pues requiere de talento, conocimientos, habilidades personales y una actitud determinante que pueda imponerse ante las dificultades y obstáculos para alcanzar objetivos.

Estoy seguro que todos nos hemos visto motivados por la frase “debes ser un líder”, pero, ¿qué significa ser líder? ¿Estar al frente de un grupo de personas, tener una oficina aparte, estar al frente de una organización o empresa? La verdad es que si limitamos el concepto de liderar a lo mencionado anteriormente, podríamos estar cometiendo un gran error y, principalmente, afectando la vida de otras personas.

Como mencionamos al principio, un líder deber ser alguien que tenga la capacidad de generar un cambio positivo, seamos claros en eso. Por lo tanto, hemos investigado y queremos poner a tu disposición algunas características de los distintos tipos de líderes de modo que, si te sientes identificado o identificada, puedas trabajar en eso a partir de hoy.

  • Liderazgo laissez-faire

El lema es “deja hacer a tus empleado, ellos saben lo que deben hacer”. En este tipo de liderazgo el líder no es muy propenso a dirigir a su grupo ni a dar demasiadas instrucciones sobre cómo deben hacerse las cosas. El líder interviene solo cuando es estrictamente necesario, es una clase de liderazgo no autoritaria que CONFÍA en la experiencia y en la motivación del empleado para llevar a cabo sus tareas y proyectos con éxito.

Este tipo de liderazgo es aplicable a organizaciones en las cuales los objetivos y los procesos estén debidamente estructurados de modo que “la cabeza” solamente deba intervenir para dar ese plus que suele hacer la diferencia entre una acción u otra.

  • Liderazgo autocrático

Este tipo de liderazgo permite a los jefes controlar y tomar decisiones sobre muchos aspectos de la estrategia y las dinámicas de trabajo habituales. Tiene mucho poder y nadie puede ni debe desafiar sus decisiones. No es un liderazgo abierto ni democrático, sino que es  unidireccional: el jefe manda y los empleados obedecen las órdenes.

  • Liderazgo democrático

También conocido como liderazgo participativo, su función es promover la participación, el entusiasmo y la implicación de los empleados se promueve el diálogo entre todo el grupo para tener en cuenta todas las opiniones y visiones sobre la realidad aunque la decisión final suele recaer en el líder.

Quizás este tipo de liderazgo sea el que más apunte a la proactivita de los colaboradores, lo cual es bueno ya que permite conocer y poner sobre debate los distintos puntos de vista con el objetivo de bridar soluciones y lograr resultados.

  • Liderazgo transaccional

Se fundamenta en procesos de intercambio entre los jefes y los subordinados. Los trabajadores reciben premios e incentivos por lograr ciertos objetivos y el líder se beneficia porque las ventas y los ingresos se incrementan.

Si bien es una buena estrategia, esto puede llegar a condicionar las actitudes de ambas partes en la cual uno obtiene algo solamente si el otro cede a ofrecer otra cosa. El espíritu del liderazgo es crear esa apertura a hacer lo que se tiene que hacer por convicción y determinación esperando resultados y no simple recompensas.

  • Liderazgo transformacional

Aquí se emplean altos niveles de comunicación para conseguir los objetivos y aportan una visión de cabio que consiguen transmitir a los empleados. Se apuesta por generar una visión compartida y transversal acerca de lo que debe ser la empresa.

Ante esta “nueva realidad” que no solamente nos toca vivir como paraguayos sino como habitantes del mundo, en donde estamos tan conectados con otras millones de personas como con nuestra propia familia, el proceso de liderar presenta nuevos desafíos y el principal de ellos es desarrollar una gran capacidad de adaptación, ¿qué es aquello que nos puede garantizar que “lo normal” volverá a tener un solo significado?

El nuevo sistema de liderazgo debe aferrarse a los siguientes principios:

  • Dirección por valores: debe haber un resurgir en la importancia de los valores. Es necesario revitalizar el humanismo, en forma de empatía, honestidad, generosidad, etc. Los valores han de expresarse en comportamientos observables que sirvan de guía.
  • Identificación con el proyecto: el liderazgo será más exigido. Es clave el poder de convicción y credibilidad, un liderazgo que vertebre la identificación con el proyecto y sentirlo como propio. Un líder deberá basar su dirección en base a valores y la gestión del talento.
  • Orientación a la tarea y al bienestar: se destaca la necesidad de mejorar el trabajo en equipo, así como retener y gestionar el talento. El entorno nos obliga a ser especialmente objetivos y orientados a resultados. Hay que revisar los nuevos indicadores de productividad, el liderazgo compartido debería llevarnos a nuevas cuotas de efectividad y bienestar colectivo. En definitiva, trabajar con cercanía y a la vez ser minucioso. Los equipos deberán ser efectivos y afectivos.
  • Flexibilidad ante el cambio: en un entorno especialmente VUCA (por sus siglas en inglés de Volatilidad, Incertidumbre, Complejidad, Ambigüedad) hay que desarrollar la capacidad de adaptarse al cambio. Esto conlleva desarrollar la capacidad de innovación y creatividad, en las personas y en la organización en su conjunto.
  • Conversaciones de calidad y calidez: se imponen nuevas formas de organización y comunicación. El teletrabajo ha venido para quedarse, hay que aprender a comunicarse con nuevos códigos y canales. Es necesario dominar las competencias conversacionales en diferentes formatos, así como la inteligencia emocional para alcanzar la maestría emocional.

Cada organización posee culturas muy diferentes, por lo tanto, creemos que, en líneas generales, el mejor estilo de liderazgo es aquel que pueda motivar a los colaboradores a tomar decisiones claves en concordancia con los objetivos de la empresa, desarrollar un ambiente en donde la comunicación sea clara y efectiva, la participación será un valor agregado ya que cada persona puede aportar puntos de gran importancia que permitirán generar los cambios que requiera el arte de liderar.